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Bex Magazine #18 Dossier Colombia

Colombia tierra de luz

Santiago Escobar Jaramillo

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Actos simbólicos de reparación a las víctimas de la violencia y del desplazamientos forzado en Colombia, a través de la fotografía y el Arte como medio.
colombiatierradeluz.org El desplazamiento ocurre en silencio luego del grito.

El habitante asentado debe huir de su terruño dejando atrás sus sembrados, animales y vivienda. Son expulsados por una fuerza centrífuga que ya no los quiere y que los repele. Llegan a ciudades o nuevos territorios donde no tienen qué, no tienen dónde. Buscan y buscan, algunos finalmente encuentran. Su refugio es un semáforo, un cambuche, una invasión en ladera. Otros enfrentan las fronteras continentales o del mar como límite. Quedarse, regresar o irse: esa es la cuestión.

Pocos retornan a su lugar de origen y surtidor de felicidad. El desplazamiento forzado en Colombia se constituye en uno de los problemas sociales y culturales más preocupantes y consecuencia directa del conflicto armado por más de cuatro décadas. Este se ha producido en su mayoría por el narcotráfico, la injusticia social y la inequidad en la tenencia de tierras. Los Derechos Humanos de las personas desplazadas se ven vulnerados de múltiples maneras y de forma constante por parte de los grupos armados al margen de la ley. Históricamente, las autoridades no les han brindado la ayuda necesaria en su proceso de adaptación a las nuevas condiciones ni ha generado estrategias para su regreso. La sociedad tampoco se ha pronunciado con contundencia a pesar de tantos años que ha existido el problema. Sin embargo, en la actualidad crece en el país un sentido de protección a estas personas a través de nuevas políticas de retorno y de movimientos sociales: la necesidad de actuar legal y moralmente hacia el posconflicto. El Presidente de la República de Colombia, Juan Manuel Santos, ha dicho que es prioritario para el Gobierno que las familias desplazadas por la violencia, regresen a sus tierras. Por lo cual, la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras ya fue firmada por el Presidente y a partir del primero de Enero de 2012 fue implementada. “Hay algo que para mí y para el Gobierno es muy importante en esta política: permitirles a las familias que fueron desplazadas por la violencia durante tanto tiempo, que regresen a sus tierras, que regresen a sus pueblos, que regresen a sus parcelas, a la tierra que les pertenece. Eso es algo que para mí es prioritario”[1]. Sin embargo, el representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Todd Howland, advirtió que si bien la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras “es un avance en el desarrollo de un concepto integral de reparación, también presenta vacíos”. Considera que el riesgo y vulnerabilidad de los líderes en procesos de restitución de tierras son extremadamente altos debido a los intereses criminales de los predios objeto de la restitución, por lo cual, el gobierno debe dar todas las garantías y proteger la vida de los reclamantes, como también implementar una política de desarrollo rural y de generación de ingresos para las víctimas.

La sincera postura del Gobierno por tender lazos de reconstrucción y reparación de las heridas dejadas por el conflicto en los grupos sociales afectados, coincide con el sentir de la mayoría de la sociedad Colombiana que quiere promulgar cambios. Es verdad que las acciones políticas al expedir leyes y decretos; el aporte económico representado en inversión en infraestructura, proyectos productivos y vivienda; así como la activación de manifestaciones de responsabilidad social canalizadas a través de fundaciones, organizaciones sin ánimo de lucro y ONGs, pueden conllevar a cambios reales en lo tangible. De igual forma, las expresiones artísticas y culturales, como la fotografía y otras prácticas contemporáneas, pueden hacer la diferencia y determinar cambios.

El Arte y la estética tienen la capacidad de generar transformaciones en las emociones de las personas al activar su conciencia, sentar protestas, evidenciar momentos, producir sensaciones corporales y percibir los contrastes que la acción humana genera en los individuos, el territorio y el paisaje. La fotografía documental por ejemplo, permite dar testimonio del presente que vivimos y ser testigo de los problemas de la violencia, la desigualdad y las acciones contra el medio ambiente. Así como, proponer soluciones, emitir opiniones e imaginar nuevas realidades. Es la reflexión individual del fotógrafo que busca convertirse en conciencia colectiva. Documentar el proyecto ‘COLOMBIA, tierra de luz’ ha permitido hacerlo visible, reconocer sus bondades y desnudar los aspectos a mejorar. Nuevas tierras de luz El proyecto ‘COLOMBIA, tierra de luz’ (2010-2013), se propone como una serie de actos simbólicos de reparación a las víctimas de la violencia y las personas en condición de desplazamiento en diferentes lugares de Colombia, a través de la fotografía y el Arte como medio. Es un grito frente a tanto silencio y falta de interés en los afectados por el conflicto armado, después de más de medio siglo de existencia. ‘Colombia tierra de luz’ es un proyecto independiente, con recursos, ideas y tiempo propios en representación de la sociedad, y no por intermedio de actores políticos, grupos económicos o segmentos sociales influyentes. Por lo tanto, su labor se constituye por sí misma, en una invitación a los demás Colombianos y comunidad internacional, a sumarse en la noble tarea de construir memoria histórica y reparar -de manera simbólica y emocional- a las víctimas y desplazados por el conflicto Colombiano. “Además de aproximarse al mundo emocional de las diversas víctimas del conflicto colombiano desde narraciones particulares, [el autor] ha logrado ofrecer una nueva lectura de la geografía colombiana, a partir de la generación espontánea de un mapa que intenta recuperar los territorios que le fueron arrancados por la guerra”[2]. Y no sólo se busca alcanzar estados emocionales de sanación en los afectados sino que también invita a la reflexión y a la conciencia de segmentos sociales que han permanecido al margen del problema para que actúen a favor. Resolver nuestras diferencias sociales es una tarea de todos. La selección de lugares de intervención refleja la variedad y riqueza en Colombia de los grupos multiculturales, las regiones, los paisajes, el clima, el contexto histórico, las tradiciones y celebraciones, la geopolítica, así como los problemas sociales y los distintos actores armados. Se divide en 6 regiones: a) Costa Atlántica (Maicao, Guajira, Necoclí, Antioquia y El Retén, Magdalena), b) Costa Pacífica (Coquí, Chocó y Tumaco, Nariño), c) Las tres cordilleras o corredores estratégicos: Cordillera Central (Quiebra de Naranjal, Caldas), Cordillera Occidental (Betoyes, Arauca) y Cordillera Oriental (El Naya, Cauca), d) Zona selvática (San José del Guaviare, Guaviare y Puerto Nariño, Amazonía), e) Ciudades principales o zonas urbanas (La Sierra, Medellin y Ciudad Bolívar, Bogota) y e) Sistema de ciénagas (Santa Rita, Magdalena). Por ejemplo, el 22 de Noviembre de 2010, se consolidó como un hecho la intervención urbana, artística y paisajística -y posterior registro fotográfico- ‘Santa Rita, tierra de luz’, la cual fue desarrollada durante el 42 Salón Nacional de Artistas, como Artista de Proceso - Ministerio de Cultura de Colombia.

La intervención en Santa Rita, Magdalena, estudió las consecuencias socio-espaciales y de llegada (o nuevo comienzo) a través de un acto simbólico de reparación en un pueblo en ruinas que permaneció solo y desprovisto por muchos años. La intervención consistió en iluminar al unísono y por un tiempo -con un sistema sencillo de mecha- todas las viviendas en ruinas para simular que el pueblo nuevamente tenía vida. Así, todo el pueblo se iluminó de fuego esperanza. Cada casa abandonada tuvo calor y hogar entre sus paredes como símbolo de retorno. Recordarles que desde todos los tiempos, las fieras se ahuyentan con fogatas. La población toda participó de la intervención. Los pobladores se mostraron generosos y hospitalarios mientras contaban sus historias: primero expresando sus sentimientos y memorias en un conversatorio, luego encendiendo el sistema lumínico y siendo protagonistas del registro: ancianos, adultos, jóvenes, niños y bebés estuvieron atentos. La serie ‘Chiminigaguas’ por su parte, son retratos nocturnos –a ex-paramilitares, a ex-guerrilleros desmovilizados y a campesinos objeto de desplazamiento– durante largas exposiciones de luz. La larga exposición del obturador de la cámara fotográfica impone al cuerpo de la persona la necesidad de moverse, debido a la incomodidad que produce el estar quieto por tiempos prolongados. Pero supone ‘echar a perder’ la foto y desdibujar la identidad del fotografiado. Los grupos armados han pertenecido a organizaciones milicianas y para quienes la disciplina son virtudes. La capacidad de mantenerse inertes, presenta una contradicción al momento de revelar su identidad: es aceptar sus culpas. El campesino, por el contrario, busca la estabilidad como el bien preciado pero detesta su vulnerabilidad al ser identificados como ‘desplazados’. Identidad injusta y gratuita si se compara con su oficio tradicional de labrar la tierra. La misma metodología de confianza, participación y recurso lumínico se ha venido aplicando en todos los lugares visitados y por visitar. Lo que cambia, es el hecho mismo de intervención, los tiempos, las personas, los lugares y el significado del mismo, como puede apreciarse en las fotografías presentadas.

Las intervenciones, acciones y actos urbanos, escultóricos y paisajísticos y posterior registro fotográfico presentados a este premio estudian y documentan el problema del desplazamiento en todas sus fases. Reflexiona acerca de las causas y consecuencias, pero también plantea soluciones como es el retorno y la reconstrucción de vida.
Las fotografías aquí presentadas son documentales e interpretativas de hechos artísticos de intervención y son indispensables como contenedoras de memoria e imaginación. Esta serie de imágenes que pretenden ser publicadas, exhibidas y proyectadas de diferentes maneras se constituyen como testimonio del problema del desplazamiento en Colombia.

retrato
Contacto

fotografia del ensayo

Finca La Sombra, Magdalena


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Finca Carmen de Apicalau, Tolima


fotografia del ensayo

Chiminigaguas,Antioquia


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Maicao, Guajira


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Pueblo Fantasma, Manizales, Caldas


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Maicao, Guajira


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Pueblo Fantasma, Manizales, Caldas


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Santa-Rita, Magdalena


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Pueblo Fantasma, Manizales, Caldas


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Aguas-Vivas,Cordoba-COLOMBIA


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Pueblo Fantasma, Manizales, Caldas


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Quiebra de Naranjal, Caldas


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